jueves, 20 de septiembre de 2012

RECUERDOS PERDIDOS II


Una semana más, tratamos de dar a conocer todas aquellas costumbres, tradiciones, oficios y demás labores que se han quedado en desuso y muchos de nosotros no sabíamos si quiera que en un tiempo atrás se practicaban. Para que llegue a todas las casas, nos documentamos con nuestras personas mayores más queridas, que han vivido todas estas costumbres que se quedan en el cajón de los recuerdos. Embobadas nos quedamos escuchando sus historias y con miles de preguntas en la manga para conocer todos y cada uno de los detalles. Esperamos que tengáis esa misma sensación al leer esta sección que tanto nos gusta escribir.
Hoy queremos homenajear a los “Porqueros”, “Cabreros”, “Vaqueros”…
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Este oficio nace por la situación económica de la gente en la posguerra. La escasez era común a muchas familias que solo contaban con una cabra para obtener leche y/o un cerdo para que la matanza les diera comida para el resto de año. Debido a la falta de capital en los hogares, los hijos tenían que abandonar sus estudios y desde muy jóvenes, buscarse la vida para ayudar en casa.
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Esta labor generalmente la cumplían los hombres desde muy niños. Era una faena sencilla y se podía adaptar a su edad, aunque claro está que muchos han tenido que salir corriendo detrás de algún que otro guarrino que en un despiste se les escapaba.

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 Su trabajo consistía en  recoger por las casas el ganado de las personas hasta hacerse, generalmente, con unos cuatro o cinco cerdos, cabras, etc.,  y llevarlos a pastar al campo para que se alimentaran de bellotas, castañas, frutos, hierba…y corrieran libremente.

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.Al caer la tarde volvían con su piara o sus cabras “de alquiler” y “les daban largas” para que volvieran a sus casas hasta la mañana siguiente, cuando volvían a llevarlas a su paseo diario y ganarse su jornal.
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Post realizado por: Leticia Torres  Serrano 

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